¿Enterrar a un ser querido en un ataúd de un cementerio o incinerarlo para conservar sus cenizas? Es una de las cuestiones que se presenta tras la muerte de una persona. Antes, la opción predominante era la primera, pero cada vez son más los individuos partidarios de un proceso de incineración.
En este caso, nos centraremos en la primera posibilidad. La más clásica. Según la Real Academia Española, un ataúd es “una caja, ordinariamente de madera, donde se pone un cadáver para enterrarlo o para incinerarlo”.
Algunas personas no saben distinguir entre un ataúd y un féretro. Para evitar confusiones, vamos a señalar las tres diferencias entre ambos conceptos. Se diferencian en:
-La forma: El ataúd presenta una forma hexagonal, acaba en punta y la zona inferior (donde se sitúan los pies) es más estrecha que la superior (dedicada a los hombros). En cambio, el féretro es íntegramente rectangular.
-La cubierta: El uso de toda la tapa para introducir al fallecido es usual en los ataúdes, mientras que un féretro contiene una cubierta dividida en dos cuyo lado superior tiene la posibilidad de abrirse para que los familiares puedan ver al fallecido.
-La materia: El material más común del ataúd y del féretro es la madera. Cabe señalar que para un féretro existen opciones de fibra de vidrio o metal.
Una vez aclarada sus diferencias, hay clientes que optan por ambas opciones, siendo familiarmente decoradas con adornos florales funerarios.
Centrándonos en los ataúdes, hay que saber que existen de varios tipos. Los más comunes son de acero, cobre o bronce, ecológico (sus materiales se descomponen con facilidad), madera maciza, madera enchapada, madera contrachapada (cubierta con tela) o laminados (protegidos con madera dura).
Otro elemento que debe tener en cuenta a la hora de seleccionar un ataúd es el color. El colorido preferido por los clientes es el blanco. En este punto, recordamos que en Funersierra puede elegir el que usted prefiera. Nos adaptamos a sus gustos.
¿Qué otros factores influyen en la elección de un ataúd? Destacamos por ejemplo la personalidad del fallecido o el presupuesto máximo. En el primer caso, los familiares del difunto se pondrán de acuerdo para reflejar de la forma más emotiva la vida del difunto, mientras que el segundo depende de cuestiones económicas, oscilando el precio en España entre los 800 y los 1.600 euros, siendo 1.200 euros el precio medio según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Como pueden observar, elegir un ataúd no es una tarea asequible. Por este motivo, les animamos a que contacten con nosotros para cualquier tipo de duda. Pueden llamarnos al 91 330 91 30, escribirnos un correo electrónico a informacion@funersierra.com o visitar nuestras instalaciones situadas en el municipio madrileño de Majadahonda (C/Mirasierra,8).
Acabamos este artículo con una frase célebre del novelista español Carlos Ruiz Zafón en su libro La sombra del viento: “La muerte tiene estas cosas: a todo el mundo le despierta la sensiblería. Frente a un ataúd, todos vemos solo lo bueno o lo que queremos ver”.