Un seguro de decesos ayuda a los familiares en los momentos más complicados tras el fallecimiento de un ser querido. Es una póliza de seguro que se contrata para poder sufragar todos los gastos que conlleva la pérdida de un familiar que engloba desde el servicio de sepelio hasta la ayuda profesional y psicológica para orientar a los familiares a retomar sus vidas y sobrellevar la dura pérdida. Las coberturas de los seguros de decesos incluyen gastos de entierro como la incineración, enterramiento, adecuación del cuerpo y tanatorio, féretro o urna crematoria, coronas de flores, lápida, esquelas, coche fúnebre, nicho, servicios religiosos, traslados del cuerpo de manera nacional o internacional y trámites administrativos y burocráticos como herencias, Certificado de Defunción y últimas voluntades, baja en la Seguridad Social y en el Libro de Familia y Solicitud de pensiones o inscripción en el Registro Civil del fallecimiento, entre otros. Todo depende de las coberturas que se contraten en la póliza. Es posible también que la póliza incluya otros servicios como asesoramiento jurídico, gastos extraordinarios, elaboración del testamento o asesoramiento de salud telefónico para los familiares.
Cualquier persona puede contratar un seguro de decesos y también es posible contratar un seguro de decesos conjunto para todos los miembros de la familia en una misma póliza. El precio del seguro va a depender de las coberturas que este incluya, del número de asegurados y de la edad que tengan cada uno de los mismos.
Hay varios casos de fallecimiento que no son cubiertos por el seguro de decesos y estos son: conflicto bélico armado, catástrofes naturales como terremotos, inundaciones o huracanes y, por último, suicidios y atentados individuales contra la propia vida. Todo depende de las coberturas que se contraten, pero estos tres casos no suelen estar incluidos en el seguro de decesos.
¿Qué tipos de seguros de decesos existen?:
Dependen de la prima a abonar o la temporalidad con la que se realice dicho trámite. Podemos destacar cuatro modalidades:
1) Prima nivelada: constante durante toda la vida del asegurado. Es una cuota fija que se establece de por vida y que solo se verá alterada por el aumento del capital de la misma o la subida del IPC.
2) Prima natural: es aquella que crece a la vez que lo hace el asegurado. Es una cuota que tiene una revisión periódica y va evolucionando y aumentando con el tiempo.
3) Prima mixta: resulta de la combinación entre las primas nivelada y natural. Es una mezcla entre las dos primas citadas anteriormente. Durante un tiempo la prima va a ser fija abonando el mismo precio y a partir de cierto momento (según se establezca en la póliza) comenzará a ascender hasta que llegado una temporalidad concreta se estabilizará, abonando a partir de ese momento el mismo importe.
4) Prima única: consiste en un único pago. Es un abono íntegro del seguro de decesos y suele ser contratado por personas mayores que prefieren no ir abonando poco a poco la prima si no que prefieren realizar un único pago de la prima completa.
Hay varias recomendaciones para la contratación de un seguro de decesos: es importante comparar y valorar las diferentes primas que existen en función a la edad de la persona que desee contratarla, puede haber importantes diferencias en el importe a abonar. También es necesario revisar con detenimiento las coberturas de otros seguros que tengas contratados porque pueden incluir algunas de las coberturas que aparecerán presentes en el seguro de decesos. Confirmar su validez ya que algunos pueden tener carencia para recibir el importe determinado tras el fallecimiento del familiar y, por último, leer conscientemente todas las coberturas que incluye el seguro para que en cierto momento no puedan producirse equivocaciones o dudas sobre las coberturas incluidas o no en la póliza contratada.
La póliza entra en vigor desde el momento que se contrata y su vigencia es hasta el momento del fallecimiento, excepto si durante la vida se deja de abonar y de esta manera, se perderían los servicios y prestaciones contratadas.
Además del seguro de decesos, existe también el seguro de vida que también se activa en el momento del fallecimiento del asegurado, pero su finalidad es ofrecer la indemnización establecida a los familiares del fallecido. De esta manera, los familiares pueden tener garantizada una estabilidad económica que ayude a sobrellevar la pérdida y a tener una situación económica más llevadera.
Si su intención es que la familia esté protegida, tras su fallecimiento, Funersierra pone a su disposición toda la información necesaria para poder contratar el seguro de decesos o de vida que mejor se adapte a sus necesidades y preferencias. Funersierra, siempre a su lado.