La donación de órganos y tejidos es un procedimiento, por el cual, una persona cede de manera altruista y generosa órganos o tejidos a otra persona que lo necesita a causa de una enfermedad. De esta manera, la persona afectada puede salvar su vida y mejorar su calidad de vida. Para poder llevar a cabo esta trasmisión, es fundamental la existencia de personas que estén dispuestas a ayudar de esa manera tan necesaria a las personas que sufren alguna enfermedad.
¿Qué personas pueden convertirse en donantes de órganos y tejidos?:
Cualquier persona puede convertirse en donante de órganos independientemente de su edad. Aunque es cierto que no existe límite de edad, es importante remarcar que cuantos más años tiene una persona, menos probabilidades hay de que algún órgano sea válido, pero todo depende del estado de ese órgano y de la vida que haya tenido la propia persona, que puede hacer que esté más o menos sano.
Tras el fallecimiento de una persona, ¿qué órganos se pueden donar?:
Es posible donar todos los órganos sólidos y los tejidos del cuerpo que se encuentren en un estado óptimo para que otra persona pueda hacer uso de ellos. Además de órganos y tejidos, se pueden donar huesos, tendones, cartílagos y córneas.
No podrán donarse aquellos que padezcan enfermedades que puedan ser trasmitidas a los receptores, estas son cáncer, tumores o enfermedades infecciones agudas.
Existen dos tipos de donante: el vivo y el cadáver. En cuanto al cadáver hay a su vez dos tipos:
A) Donante cadáver cuya muerte ha sido certificada por criterios neurológicos: se refiere a las muertes encefálicas en los que la persona ha sufrido hemorragias, ictus o traumatismos craneoencefálicos.
B) Donante cadáver cuyo fallecimiento se ha certificado por criterios cardiocirculatorios: a este grupo de personas se conoce como donación en asistolia y son aquellas que fallecen fuera del hospital y son reanimados únicamente con el objetivo de que puedan donar porque la muerte ya es algo irreversible. También se engloban aquellos pacientes en hospital que fallecen en quirófano con el objetivo de poder aprovechar los órganos y donarlos a otra persona.
España es el país con más tasa de donantes de órganos en el mundo, según un estudio realizado en el año 2023 se realizaron 5.681 trasplantes de órganos durante el año 2023, lo que se traduce en 122,1 trasplantes por millón de población. Esto es gracias a la importantísima laboral de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), compuesta por profesionales de muy diversas especialidades. Los trasplantes que más se han realizado con renales, siendo estos un total de 3.688. Le siguen los trasplantes hepáticos, 1.262, 479 pulmonares, 325 cardiacos, 100 páncreas
y 7 intestinales. Durante este mismo año, la tasa de donantes fallecidos es de 48,9 siendo el objetivo de 50 por la Organización Nacional de Trasplantes. España ha superado con creces a países con una población muy superior a la suya como Estados Unidos, Australia, Canadá y a otros países de la Unión Europea como Francia, Italia y Alemania. Las comunidades autónomas españolas con más donantes han sido, en el siguiente orden, Cantabria, Navarra, Murcia, Comunidad Valenciana y Andalucía.
La legislación española obliga a mantener en el anonimato a la persona donante y no es posible dar a conocer la identidad ni de la persona receptora ni viceversa. Únicamente está permitido informar a las familias de donantes del destino de los órganos donados, la edad de la persona y circunstancias de la enfermedad de la persona receptora. También existen donaciones procedentes de personas vivas, en este caso suelen ser donaciones familiares.
Si una persona quiere convertirse en donante de órganos tras su fallecimiento, es importante que se lo comunique a sus familiares directos porque en el momento del fallecimiento, serán ellos los consultados sobre la realización de esta labor que salva vidas.